En ese sentido también para la salud es bueno no tener todos los datos, nos permite imaginar pero hay que recordar para jugar que nunca tenemos todos los datos, cuando parece que están todos los datos, hay que pensar ¿qué pasaría si?
¿De verdad tenemos todos los datos? Sin la imaginación la estadística no se hubiera formado como existe hoy, todos esos cálculos y formulas parte de la necesidad de imaginar, como si de la trama de un cuento con final abierto se tratase, y aún así datos suficientes para determinar pero esa determinación es meramente imaginación,
escribes con las letras como escribes con los números, todo por imaginar lo que puede pasar