Brasil va a ser sede de la COP 30 uno de los mayores encuentros internacionales para discutir el clima.
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Pero entre el discurso y la práctica existe una gran contradicción, mientras el mundo corre contra el tiempo para frenar la crisis climática, Brasil insiste en explotar nuevas fronteras de petróleo — inclusive en áreas ambientalmente sensibles, como la desembocadura del rio Amazonas. En el discurso oficial se habla en “transición energética”, pero la práctica revela un plan de expansión de la explotación de combustibles fósiles que va de contramano de lo que la ciencia recomienda.
El gobierno defiende que las ganancias del petróleo financiarán la transición verde. Pero cómo podemos hablar en un futuro sustentable apostando en una matriz energética sucia? Esa lógica es contradictoria: es como intentar apagar el fuego con gasolina.
Brasil tiene un potencial gigantesco en fuentes renovables como solar, eólica y biomasa. Sin embargo, al continuar priorizando al petróleo, elige atrasar decisiones difíciles en nombre de ganancias inmediatas.
No existe “transición” con más petróleo. Existe atraso. Es el momento de reclamar coherencia entre el discurso y la práctica. #PetroleoNãoÉFuturo #JustiçaClimáticaJá #EnergiaLimpaJá #ForaFóssil #AmazôniaLivreDePetróleo #BrasilSustentável #TransiçãoEnergéticaDeVerdade2a