Me puse a leer un poco sobre el tema y de varias fuentes entendí lo siguiente:
Para empezar #feminismo y #hembrismo no son lo mismo, algo que de entrada debe quedar claro.
La utilización de hembrismo como sinónimo de feminismo sí es un uso intencionado y reaccionario del argumento machista para desacreditar el argumento feminista.
Ahora ¿El hembrismo existe como concepto más allá de ese intento de desacreditación? Lo que encontré es que parece haber debate sobre el tema y de lo cual, repito nuevamente, lo que yo he entendido es que el hembrismo se relaciona con la #misandria, el odio de las mujeres a los hombres por ser hombres, por lo cual de manera muy resumida el hembrismo sería un grupo de mujeres que son misándricas, que odian a los hombres por ser hombres y creen que «el sexo femenino es superior» (que las mujeres son mejores que los hombres, también hay mucho #sexismo en el tema).
Acá el problema se vuelve más complejo todavía porque ahora la pregunta es ¿Existe la misandria? Lo cierto es que eso también parece estar en debate porque sí es verdad que el odio, como tal, de la mujer hacia el hombre existe sin embargo ese odio encuentra su justificativo o su explicación en el resentimiento de la mujer por los abusos, violencia, discriminación, opresión y demás atrocidades causadas por el hombre. Por esto la misandria no podría ser el homólogo de la misoginia, como se la suele presentar a veces, porque la mujer odiaría al hombre como consecuencia de...; en cambio el hombre odia a la mujer porque patata (sí, las cosas como son).
Al final no hay algo muy concluyente por el momento, o al menos yo no lo he encontrado.
Un análisis muy escueto podría «afirmar» que una mujer puede haber aprendido a odiar (todo odio se aprende) al hombre por ser hombre al «heredar» el enojo y/o resentimientos de sus «antecesoras», por lo cual tendrías una «mujer misandrica», y si juntas varias de ellas tendrías un «grupo hembrista». Pero este argumento tiene más goteras que caricatura en balacera (no se me ocurrió otra referencia, sepan disculpar).
Más allá de si los grupos feministas reconocen o no la existencia y el alcance de los términos «misandria» y «hembrismo», lo cierto es que sí se reconoce que existe un «odio», o un enojo, que es inevitable (razones tienen y de sobra), que debe ser gestionado (como cualquier emoción humana) y que no debe llegar a niveles donde la lucha por la igualdad se «pervierta» para convertirse en la destrucción de la masculinidad.
Ya para terminar retomaría lo que mencioné al principio, hembrismo y feminismo NO (así con mayúsculas) son lo mismo, y la próxima vez que alguien venga a quejarse diciendo que las mujeres odian a los hombres pues le recuerdas el porqué como tales nos lo hemos ganado.
