La vida es mejor con una copia de seguridad (o varias). Si te planteas probar Linux y todavía no tienes confianza suficiente con el sistema, lo mejor es hacer un backup diario que te salve de cualquier percance.
Los discos externos actuales, o incluso los simples pendrives, tienen capacidad para guardar todos tus datos de trabajo holgadamente, y así podrás toquetear todo lo que quieras a tu gusto y sin miedo.
A lo largo de los años he probado muchas herramientas de backup y diría que Back in Time es de las más amigables para el usuario. Para los que se atrevan con algo más técnico, Grsync es un clásico. Casi todas las distribuciones de Linux vienen ya con alguna solución propia: Areca, Deja Dup, luckyBackup...
La principal lección es: no importa tanto el programa, sino hacer el hábito de salvaguardar nuestra información a menudo.