Que Elon Musk y sus secuaces van a ir a por la Wikipedia, Linux, la encriptación, el código abierto y cualquier plataforma libre que no puedan controlar, es inevitable. La ilegalización de DeepSeek será el primer paso, pero vendrán muchos otros ataques, a las claras o desde las sombras.
La administración Trump ya ha demostrado que su guerra —ya sea territorial, cultural, social— es a escala mundial y que no hay límites para conseguir sus objetivos: amasar poder, dinero e influencia. Y lo que es peor, sentar las bases para que este descenso al autoritarismo sea irreversible. Su lista de políticos amigos es espeluznante y no deja lugar a dudas, quieren que lo que ha pasado allí pase en todas partes.
Que la gente tenga espacios donde organizarse y denunciar sus abusos es algo que no pueden permitir. Te quieren aislado, ciego, sordo y atemorizado, por eso es importante adelantarse y usar todas las herramientas a nuestro alcance para evitarlo. El objetivo debe ser siempre el mismo: resistir y demostrar que no agacharemos la cabeza ni nos iremos en silencio.