Hay momentos en los que ni uno mismo se entiende.
Sentís que estás por todos lados, pero en ningún lugar a la vez.
Querés avanzar, pero algo te jala. Sonreís pa' no preocupar a nadie, pero por dentro estás cansado.
Y eso, bro, le pasa hasta al más fuerte.
No sos débil por sentirte perdido, sos humano.
La clave no es tener todo claro, es no rendirse mientras lo descubrís.
Un paso a la vez. Aunque no sepas a dónde, seguí.
Porque a veces, solo seguir ya es un acto de valentía.