«¿Outfit de flojera? Nah, eso es tristeza»: Repensando cómo interpretamos la moda y las emociones
¿Han escuchado esa frase? «Si me ven con un outfit ‘de flojera’, no es flojera, es tristeza, porque a mí nunca me daría flojera arreglarme». Este tipo de comentarios pueden parecer inocentes, pero refuerzan estereotipos de género y plantean ideas poco útiles sobre cómo deberían lucir las personas y qué dice eso de su estado emocional. ¿De verdad nuestra autoestima y esfuerzo personal deberían medirse por el nivel de «arreglo» en nuestra ropa? Es un enfoque limitado y, honestamente, poco realista para los tiempos actuales.
Arreglarse no es un deber, es un gusto
No hay nada de malo en disfrutar de arreglarse. Si vestirte como si fueras a la MET Gala te hace feliz, ¡adelante! Pero aquí va el problema: cuando alguien dice que vestir «de flojera» significa tristeza, están sugiriendo que no ponerte guapo es igual a estar mal contigo mismo. ¿En serio? A veces solo queremos andar cómodos, con pants y una hoodie, sin que eso sea una declaración de estado emocional ni una falta de dignidad.
La parte complicada de esta afirmación está en el mensaje subyacente: «a mí nunca me daría flojera arreglarme». Suena como un flex pasivo-agresivo que implica que, si alguien anda fachoso, probablemente sea una persona floja, desmotivada o incluso triste. Este tipo de comentarios no ayudan, y mucho menos invitan a la reflexión.
La comodidad es necesidad para muchas personas
Además, esta mentalidad ignora por completo a quienes priorizan el confort por necesidad. Hay miles de personas, especialmente neurodivergentes, que prefieren ropa cómoda para evitar sobrecargas sensoriales o desregulación emocional. Para ellas, un outfit ajustado o lleno de detalles incómodos puede ser una experiencia agotadora. Usar ropa simple no es flojera ni tristeza, es autocuidado.
No todo el mundo tiene el mismo nivel de energía ni las mismas prioridades al vestirse. Para algunos, un conjunto básico y cómodo puede ser lo que necesitan para sentirse en paz, sin que eso signifique que están descuidando su autoestima.
El outfit de flojera también es un mood
El estilo de «flojera» es una elección legítima y, en muchos casos, ¡es todo un mood! Pregúntenle a Billie Eilish, quien convirtió los outfits oversized en alta moda, o a cualquiera que ame los domingos en pants. Lo que llevas puesto no debería definir tu felicidad, esfuerzo o valor personal.
Este tipo de comentarios refuerzan esos viejos estereotipos donde, especialmente a las mujeres, se les hace sentir que deben «lucir perfectas» para ser aceptadas. Es como si se midiera el valor de una persona según qué tan bien combina su ropa o cuántos minutos pasó arreglándose frente al espejo.
Lo que importa es cómo te sientes, no cómo luces
La próxima vez que veas a alguien en un «outfit de flojera», respétalo. No es un llamado de auxilio ni un reflejo de tristeza; es solo ropa. Y si alguien insiste con frases como «a mí nunca me daría flojera arreglarme», basta con recordar que cada quien vive su estilo y emociones de manera diferente.
La moda está hecha para disfrutarla, no para juzgar ni imponer reglas. Así que, si hoy decides usar ropa cómoda, sin importar el motivo, hazlo porque lo elegiste, no porque alguien en redes sociales te hizo sentir que «arreglarse» es una obligación para validar tu existencia.
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