Instagram ha anunciado una serie de cambios significativos en su plataforma, con el objetivo principal de proteger a los usuarios adolescentes de los peligros potenciales que acechan en el mundo digital. Estas medidas, que incluyen la configuración automática de cuentas privadas para menores de 18 años y la obligatoriedad de la supervisión parental, representan el mayor esfuerzo de la compañía hasta la fecha para abordar las crecientes preocupaciones sobre la seguridad de los jóvenes en línea.
El detonante: Los «Facebook Papers»
Esta transformación en la forma en que Instagram permite a los adolescentes utilizar su plataforma llega casi tres años después de la publicación de los impactantes «Facebook Papers». Estos documentos internos revelaron los riesgos que la plataforma representa para los usuarios jóvenes, generando una ola de críticas y demandas de acción por parte de legisladores, padres y expertos en seguridad infantil.
Restricciones y supervisión parental
Las nuevas restricciones impuestas por Instagram están diseñadas para fomentar la supervisión parental y limitar la exposición de los adolescentes a contenido potencialmente dañino. A partir de ahora, todas las cuentas de usuarios menores de 18 años se configurarán automáticamente como privadas, lo que significa que solo las personas aprobadas por el usuario podrán ver sus publicaciones y enviarles mensajes directos.
Además, los usuarios de entre 13 y 15 años deberán obtener la aprobación de sus padres para realizar cualquier cambio en la configuración de privacidad de su cuenta. Esta medida busca garantizar que los padres tengan un mayor control sobre la experiencia en línea de sus hijos y puedan intervenir si consideran que están en riesgo.
Estos cambios se suman a una serie de herramientas de bienestar y supervisión parental que Meta, la empresa matriz de Instagram, ha implementado en los últimos años. Entre ellas se incluyen recordatorios para «tomar un descanso», restricciones sobre contenido inapropiado para la edad y publicaciones sobre trastornos alimentarios.
A pesar de estos esfuerzos, la compañía ha enfrentado críticas persistentes por no hacer lo suficiente para proteger a los adolescentes. Se ha argumentado que Meta coloca demasiada responsabilidad en manos de los padres y, en algunos casos, de los propios adolescentes. Las herramientas de supervisión parental, por ejemplo, dependían de que los adolescentes informaran a sus padres que estaban utilizando la aplicación.
La presión para que Meta tomara medidas más contundentes aumentó considerablemente tras el testimonio de Frances Haugen, una exempleada de Facebook convertida en denunciante. Haugen reveló que los altos ejecutivos de Meta, incluido el CEO Mark Zuckerberg, ignoraron durante años las advertencias sobre los daños que sus plataformas causaban a los adolescentes.
Meta afirma que estos nuevos cambios tienen como objetivo «abordar las mayores preocupaciones de los padres: con quién están hablando los adolescentes en línea, el contenido que están viendo y si su tiempo está siendo bien empleado».
La actualización de las «cuentas para adolescentes» significa que los usuarios menores de 18 años solo podrán recibir mensajes directos de personas con las que ya están conectados. Además, se limitará quién puede etiquetar a los adolescentes en fotos o mencionarlos en comentarios, lo que reducirá su exposición a interacciones no deseadas o potencialmente dañinas.
Instagram también implementará configuraciones de control de contenido más restrictivas para los adolescentes, limitando los tipos de contenido sensible que pueden ver en su página de Explorar y en Reels. Esto incluye publicaciones que promueven procedimientos cosméticos o que podrían tener un impacto negativo en su bienestar emocional.
La aplicación también añadirá nuevas funciones a su herramienta de supervisión parental, brindando a los padres un mayor control sobre la actividad en línea de sus hijos adolescentes. Los padres podrán ver con quiénes han intercambiado mensajes recientemente sus hijos, establecer límites de tiempo diarios para el uso de Instagram, bloquear el acceso a la aplicación durante ciertas horas y ver los temas sobre los que sus hijos están viendo contenido.
Aunque estos cambios representan un paso importante en la dirección correcta, su efectividad podría verse obstaculizada por algunas limitaciones. Por ejemplo, Meta no tiene forma de verificar si es realmente un padre quien está supervisando la cuenta de un adolescente, en lugar de, por ejemplo, un amigo mayor. Además, la compañía ha enfrentado críticas por no hacer lo suficiente para evitar que los adolescentes mientan sobre su edad al crear una cuenta, lo que les permitiría eludir las restricciones de seguridad.
Un futuro más seguro en Instagram
A pesar de estos desafíos, los cambios anunciados por Instagram marcan un hito significativo en la lucha por proteger a los adolescentes en el mundo digital. La combinación de cuentas privadas por defecto, supervisión parental obligatoria y controles de contenido más estrictos tiene el potencial de crear un entorno en línea más seguro y saludable para los usuarios jóvenes.
Fuente: CNN
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